DIOS Y LA FLOR
Cuando quieras ver la vida
de otro color que el presente,
ve y corta una flor,
mirala en su interior.
Buscale el tálamo o el pistilo,
verás lo perfecta
que es siempre natura,
que sin querer irradiar,
nos presenta su fase oculta,
esa que lleva la abeja de flor en flor,
que es el polen sí señor,
que le da forma a la vida.
Es por eso que repito
que el silencio otorga
el mejor sentido del crear
a los seres vivos,
sin alardear de su condición
cumplen calladas su misión
de propagar la vida.
Donde haya flora verán
su formula de transportar,
aquel elemento vital
que está designado ya.
Vida es siempre vida
y flor es siempre Dios.
ARGON
Abril del 2003.
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